merece la pena pero hay cosas que mejorar

El lago termal es una maravilla que justifica la visita. El desayuno es variado y el personal es amable aunque a veces un poco lento en recepción.

El mantenimiento de las instalaciones deja bastante que desear.

una experiencia inolvidable rodeados de naturaleza y relax en el maravilloso lago de aguas medicinales del hotel parque balneario termas pallares

El lago de aguas medicinales es una maravilla. La tranquilidad del lugar y el trato en la habitación con el perro fue excelente.

El personal era muy servicial y eficiente, volvería.

No tuvimos tiempo, por eso regresaremos.

Fue una gran elección para una pausa fugaz en Alhama de Aragón con un buen precio. El desayuno variado y de calidad.

Nuestras habitaciones eran muy espaciosas.

Las habitaciones son decepcionantes. Pedí cama doble y recibí dos camas individuales. La calefacción no funcionaba el primer día, y tardaron en cambiarme de habitación. El ruido era constante, complicando el descanso. Las toallas olían a humedad; una tenía pintalabios. La presión del agua en la ducha era baja, y los grifos perdían agua. Las moscas eran una constante; incluso en la terraza. El desayuno ofrecía un variado bufet, aunque había colas que se movían rápido gracias al personal. La atención en el lago termal fue excepcional. Sin embargo, el estado de la infraestructura requiere mejoras.

El hotel es lujoso y la habitación que teníamos era de buen tamaño. Personal servicial y eficiente en todo el hotel.

lo recomendaría para una breve pausa

Tranquilo entorno, tranquilo lago termal con jardines cuidados y un ambiente envolvente que invita a la relajación y al disfrute en un lugar lleno de historia.

No tiene que mejorar nada.

Todo en la habitación era de buen tamaño.

Un lugar con encanto, pero con matices. La tranquilidad es indiscutible, ideal para quienes buscan relax. El lago termal es impresionante; realmente, es el gran atractivo. Las instalaciones del hotel son algo anticuadas y requieren atención. Hay una peculiaridad que me encanta: el ambiente parece sacado del siglo XIX, pero eso también implica ciertos descuidos, como paredes desconchadas y jardines descuidados. El desayuno es un punto fuerte, variado y delicioso. El servicio es amable, pero la oferta gastronómica en el restaurante necesita mejorar significativamente. Es un destino que, a pesar de sus fallas, vale la pena visitar. Una experiencia singular, siempre marcada por la nostalgia.

La habitación era extraordinaria y de buen tamaño, y dormí muy bien. Ofrecen una vista atractiva. Todo el mundo era servicial y majísimo. El hotel estaba muy cerca de la parada de autobús 704 Placa Coprinceps, llegué andando en 5 minutos.

El hotel tiene un encanto antiguo con zonas bonitas, aunque algunas necesitan reforma. El desayuno es variado, pero el servicio de reposición puede mejorar. El lago exterior es precioso, a pesar de que el agua estaba un poco fría. El entorno natural es atractivo y relajante.

Pasé allí 2 noches y fue una experiencia genial. Lo mejor era lo servicial y eficiente que era el personal. Me ha encantado mi habitación, era muy espaciosa y extraordinaria con cama doble o camas twin. Hay una bañera en el baño. Tenía una ubicación increíble, lo que facilitó el acceso a un restaurante y un gran parque. El Lago Termal era fácil de alcanzar.

La habitación era cómoda, pero el servicio de limpieza dejó que desear. Las actividades como el ping-pong y el área de juegos para niños eran divertidas para los más pequeños.